Ernesto Pérez Zuñiga
Hay personas que se esconden en compañía perfecta
en apartamentos muy perfectamente
acondicionados
ellos mismos se controlan
ellos mismos van apurando vigilancias
porque temen la voz
Bio
Ernesto Pérez Zúñiga (Madrid, 1971). Poeta y novelista. Filólogo por la Universidad de Granada. Actualmente, subdirector de Cultura del Instituto Cervantes.
Como narrador es autor del conjunto de relatos Las botas de siete leguas y otras maneras de morir (2002) y de las novelas Santo Diablo (2004), El segundo círculo (2007), con el que consiguió el XVI Premio Internacional de Novela Luis Berenguer, El juego del mono (2011), La fuga del maestro Tartini (2013), por la que ganó la XXIV edición del premio de novela Torrente Ballester, No cantaremos en tierra de extraños (2016) y Escarcha ( 2018).
Entre sus libros de poemas destacan Calles para un pez luna (2002), por el que recibió el Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, Cuadernos del hábito oscuro (2007), Siete caminos para Beatriz, (2014) y Lance (2021).
Es autor de ensayos y artículos publicados en revistas y ediciones literarias. Ha impartido ponencias en decenas de universidades y festivales, nacionales e internacionales. Colabora con medios como Cuadernos Hispanoamericanos, Letras libres, Zenda y El País.
En la tumba de Arthur Gordon Pym
Junta dedos y manos.
Nada de lo que ves es cierto.
Ni aquella catarata blanca
que cae del cielo.
Ni esa mirada negra
que respira del mar.
Junta dedos y manos.
Ni tu antebrazo es cierto.
No lo son ni tus hombros ni tu pecho.
Ni el rostro de tu cuerpo es cierto.
Junta dedos y manos.
Sólo ellos son reales
a punto de caer sobre el vacío.
Materialismo
El sonido de un dedo en una página
al máximo volumen
del cosmos
en una habitación pequeña
El estrangulamiento de la respiración
al mínimo volumen
del cosmos
en la coraza hecha de costillas
Torso de carne peso medio
cuelga del corazón del matadero
Cien pensamientos caducados dentro de la nevera del lenguaje
El sonido de un dedo sobre un torso
al máximo volumen
del cosmos
Laguna Estigia III
En las inmensas salas
las estrellas de mar se arrastran, pulsan
el teclado del suelo.
Olean suavemente las pantallas.
Sobre asientos vacíos
peces prehistóricos
pastan las hojas
de revistas de moda.
Flotan libros, portátiles, teléfonos,
incontables
maniquíes vestidos de etiqueta.
Hay un fantasma de Internet que pasa:
bandadas de electrones sin destino.
Dante se refugia en un barrio residencial y pega el oído a una puerta
Hay personas que se esconden en compañía perfecta
en apartamentos muy perfectamente
acondicionados
ellos mismos se controlan
ellos mismos van apurando vigilancias
porque temen la voz
atienden la voz
que entra desde la ventana
y punza el chacra central
y hace estragos en las paredes del estómago
para contraer sus nervios
para coagular su sangre
y el veneno de la digestión
apartados
y agachados
-los otros les pueden molestar, doler, ofrecer un haraquiri-
ellos mismos van apurando vigilancias
porque temen la voz
ellos mismos se controlan
en perfecta compañía
hay personas que se esconden en apartamentos muy perfectamente acondicionados