Franco Campegiani
El mal de hoy está encerrado en un recinto
de murallas plastificadas,
gueto refractario en una cúpula
a los destellos de luz.
Bio
Franco Campegiani (1946) vive en Marino (Castelli Romani). Ha publicado "L'ala e la gruccia" (1975), “Punto e a capo” (1976), “Selvaggio pallido” (1986), “Cielo amico” (1989), "Canti tellurici" (2000), “Ver sacrum” (2012) y "Dentro l'uragano" (2021). En campo filosófico, en 2001 ha publicado "La teoria autocentrica" y en 2017 el ensayo "Ribaltamenti". Es crítico de arte, comisario en prestigiosos premios literarios y colabora con revistas y "blogs" culturales. Ha dado vida a númerosas iniciativas artísticas y literarias así como a eventos multimediales y a proyectos ecológicos. En el año, con Aldo Onorati e Filippo Ferrara, ha fundado el “Manifesto dell’Irrazionalismo Sistematico”, inspirado a la filosofía del Maestro Bruno Fabi. Además, en el año 2014, junto con Claudio Fiorentini, ha promovido el manifiesto cultural "Il Bandolo".
CASAS NEGRAS A LO LARGO DE LAS AVENIDAS ASFALTADAS
El mal de hoy está encerrado en un recinto
de murallas plastificadas,
gueto refractario en una cúpula
a los destellos de luz.
Y solo encuentras tinieblas
Sin más conciencia de las tinieblas,
casas negras a lo largo de las avenidas asfaltadas
sin ya ventanas,
un dolor inconsciente, una noche sin salidas
que rechaza amasarse con las auroras,
un nada radical en extinción,
un negro que ya no engendra negro,
una pesadilla, una obscura locura
altiva y satisfecha de sí misma
que rechaza el beso del amanecer
y se esconde al amplexo que levita,
al enredo frenético de la vida,
y se muere…
Cuantos gritos de dolor en las noches
¡Se abrían al amanecer en solo batir las alas!
Nunca me dijiste
que hay un mal que hace bien,
Pero lo comprendía de tus gestos,
padre campesino,
del grito mudo
de las vides que podabas,
del sudor vivo de la frente,
de las contracciones de la tierra parturienta
que con amor mimabas
para que todo resurgiera
nuevo y bello de las brumas de invierno.
Cuantos gritos de dolor en las noches
explotaba al amanecer en un batir de alas.
AHORA SE VUELVE AL INICIO
Hoy se vuelve al inicio.
Renace la primavera entre las grietas
de estas tumbas
que el invierno ha destrozado.
Se disuelve en las tinieblas la historia,
su prepotencia en una mueca atrae la nada.
Ahora se vuelve al inicio,
a las vivas orígenes del mundo,
en los lugares-no-lugares del ser increado.
Disparamos desde el olvido de lo insensato,
tirados en el túnel que conduce
a la apátrida patria del amor,
allá, en el otro rostro de Jano,
radioso y sin formas, sin tiempo,
quieto en los perennes inicios
y fundido con el fuego del tiempo
en su tiempo inmortal.
Errabundos rayos
de aquel vivido sol,
no sabíamos
que lo teníamos en la sangre, aquel sol,
una luz que reía y jugaba
deshaciendo las humanas vísceras.
Caímos en los tentáculos del entumecimiento,
de la gris muerte, sin memoria
de que principio y fin
siempre se estrechan la mano …
Hoy matamos al rey tirano
en la selva consagrada a la diosa Diana,
en el claro sagrado de los nacimientos
y a los nuevos albores…
El viejo rey ya no tiene nada que decir
y no quiere acurrucarse sobre los laureles.
Tomaremos su lugar, sangre nueva,
y en los bosques del alma
pondremos gemas y raíces.
Fieles al Ver sacrum,
nos crecerán alas y quien sabe
si seremos dignos del amor.
DEJAME SER PENSADO POR EL PENSAMIENTO
Cuando seré nadie,
yo sin identidad,
pobre diablo o cristo en la cruz,
último de los últimos
despertado de un sueño vanaglorioso,
yo mierdoso superhombre
echado a la orilla por el oleaje
y tirado abajo de una datilera
sin coraza ni escudo,
entonces recordaré que Ulises
es el nombre de Nadie.
Poder numinoso
eterno combatiente héroe divino
yo enano y gigante de mí mismo
yo nada y todo
retomaré el escudo y la armadura.
Y buscando aventura,
lejos de las arenas movedizas,
fuera de las ilusiones partiré
de estas craneales prisiones.
Tomar el viento fuerte de mistral,
luego en el rastro de la máquina astral,
en el pensamiento que vuela y que me piensa,
porqué yo pueda, harto de pensar,
dejarme pensar por el pensamiento.
Vaciar la mente, rehacer el lleno,
caer en el final
para volver al inicio.
El uno en el otro se fusionan
el alfa y el omega.
Todo es inmutable
y todo está en mutación.
Llega el ser al tiempo
y vuelve al absoluto lo relativo.